“Sale más barato tener un camión parado que un camión en marcha”
Alejandro Ortega García lleva 17 años como transportista y está acostumbrado a apretar los dientes. Sin embargo, tras aguantar la crisis de 2008, no iba a imaginar que algo podría amenazar otra vez la supervivencia de su negocio. “Sale más barato tener un camión parado que un camión en marcha. Estamos trabajando a pérdidas”, advierte. La subida de los costes de la energía de más de un 30% ha dado la puntilla a un sector ya muy afectado antes de la pandemia, en el que los trabajadores llevan años apuntando al Gobierno por olvidarse de sus derechos. Por este motivo, el Comité Nacional de Transportes ha convocado un paro los días previos a la navidad que podría dificultar los suministros en días claves para las festividades.
A pesar de que la ley establece que las empresas deben trasladar el aumento de las tarifas a los clientes, los conductores autónomos o empleados en pequeñas sociedades lamentan que el encarecimiento de la energía se ha repercutido sobre ellos. Ortega es gerente de la compañía Transportes AOG & LRM, que cuenta con cuatro vehículos y tres asalariados. Defiende que ahora tener un camión en marcha no es rentable. “Todos los meses tengo que tener en cuenta 1.300 euros más por la subida del precio del gasoil, que se suma a los sueldos de los trabajadores y a los costes de la seguridad social. No puedo renovar camiones cada cinco años, porque no tengo dinero para pagar uno nuevo”, lamenta.
Precios de los combustibles
La subida de las tarifas del combustible es la gota que ha colmado el vaso. Las reivindicaciones que plantean los transportistas abarcan también la prohibición de realizar carga y descarga de los vehículos y la construcción de áreas de descanso seguras, entre otras. Gutiérrez trabaja mucho para la cadena de supermercados Mercadona, que le proporciona una máquina eléctrica a la hora de mover la mercancía. “Eso es lo máximo al que se puede aspirar en España, porque es una batalla medio perdida. Pasa muchas veces en otros sitios que te den solo una transpaleta manual para colocar un palet de 1.000 kilos, y que encima luego tengas que darle la vuelta para qué las etiquetas se vean bien”, declara el chófer.
La seguridad en el lugar de trabajo no es una garantía para estos trabajadores. Ortega tuvo que instalar un sistema de alarma de robo de gasoil, después de que a uno de sus conductores le robaron en Francia más de 500 litros de combustible: “No dormía tranquilo en ningún área, porque tenía que estar pendiente de todo lo que llevaba para no incrementar aún más los gastos. Si te sacan 1.000 litros de gasoil, ya son 1.400 euros que pierdes”. A Gutiérrez le fue peor. Durante sus recorridos en Francia y en Alemania, le quitaron ruedas de repuesto y la batería. “Hace justo una semana en Marsella me reventaron un depósito de gasoil y este domingo a un amigo le han hecho una raja en la lona de 4x3 y le han robado todos los géneros”, asegura el transportista, además de matizar que se han encarecido también los seguros de mercancía.
Siga el resto de la info en Elpais.com
Telegram Conductores Profesionales
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.