El modelo hTGX debutará inicialmente en cuatro países: Alemania, Países Bajos, Noruega e Islandia. La infraestructura de hidrógeno allí debe desarrollarse lo suficiente como para que no haya problemas en el funcionamiento diario. Se espera que el primer lote de producción incluya aproximadamente 200 tractores y sus entregas comenzarán antes de finales de este año. Luego, en 2025, la producción se ampliará y las entregas podrían acelerarse.
En cuanto al motor, el MAN hTGX estará relacionado principalmente con tractores para... transporte de larga distancia. El motor de hidrógeno se creó sobre la base del diésel D38 de 15,2 litros, que se encuentra con mayor frecuencia en automóviles "sobredimensionados". Esta unidad requirió modificaciones en la parte superior, y al mismo tiempo se conectó a un nuevo sistema de combustible adaptado para funcionar con hidrógeno. Además, era necesario un chasis más largo con un tercer eje, ya que los depósitos con capacidad para 56 kilogramos de hidrógeno estaban colocados en una torre detrás de la cabina.
Motor de hidrógeno H45 (foto sin accesorios):
Primo diésel, es decir, el motor D38:
Tras estos cambios, el motor recibió el símbolo H45, ofreciendo 520 CV de potencia máxima, 2.500 Nm de par máximo y aproximadamente 600 kilómetros de autonomía máxima. El repostaje con el depósito lleno tardará 15 minutos y requerirá hidrógeno a una presión de 700 bares, y el sistema de chasis sólo estará disponible en versiones 6×2 o 6×4. En cuanto a la clasificación ecológica, el vehículo emitirá menos de 1 gramo de CO2 cada 1.000 kilómetros. Algo así significa que puedes registrarte como 'vehículo de cero emisiones', disfrutando de los mismos derechos que los vehículos propulsados por baterías.
MAN es la primera marca que introduce este tipo de motor en el mercado de tractores. Este es el resultado de muchos años de trabajo realizado por esta empresa desde mediados de los años 1990 (entonces con autobuses de combustión interna propulsados por hidrógeno). Al mismo tiempo, encaja en un fenómeno más amplio del sector, ya que otras marcas también han empezado a trabajar en motores similares.
¿Qué está pasando con este motor de combustión de hidrógeno?
Hay dos opciones para utilizar hidrógeno como propulsión. El primero, del que más se ha hablado hasta ahora (gracias a Toyota y Hyundai, entre otros), está basado en pilas de hidrógeno. Estos dispositivos muy costosos y avanzados convierten el hidrógeno en electricidad para luego alimentar el motor eléctrico.
Sin embargo, la segunda opción, que hasta ahora se ha ignorado en gran medida, es un motor de combustión de hidrógeno. Se utilizan motores diésel modificados, que empiezan a quemar hidrógeno en lugar de gasóleo. Esto tiene la gran ventaja de utilizar tecnologías conocidas y, al mismo tiempo, puede ser un poco más asequible. Sin embargo, la desventaja es que los gases que se producen al quemar hidrógeno en cilindros no son tan limpios como cuando se utilizan pilas de hidrógeno. Esto se debe a la necesidad de utilizar lubricantes en el motor, que pueden liberarse a la atmósfera en cantidades mínimas.
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