La automoción contribuye con 30 mil millones al Estado, frente a los 1.400 que exige el mantenimiento de las vías

LA FINALIDAD DEL PAGO POR USO DE LAS CARRETERAS ES RECAUDAR MÁS, NO MEJORAR SU MANTENIMIENTO

El pago por uso de las carreteras no está respaldado por su necesidad de mantenimiento, sino por las necesidades de financiación del Estado para financiar su política de gasto y tratar de reducir el déficit, que condiciona las ayudas europeas a la recuperación

El argumento utilizado por el Gobierno para cobrar por el uso de las carreteras es sufragar su mantenimiento, es decir, que deberían pagar quienes las usan, porque sería injusto que quienes no conducen tuviesen que contribuir con sus impuestos a ese fin. Es la primera y más importante falsedad, porque:

1.- Si se trata de que paguen el mantenimiento quienes usamos las vías, y debamos hacerlo a través de impuestos relacionados con la movilidad, ya lo estamos haciendo: el Estado recauda fiscalmente del sector de automoción una cifra superior a 30.000 millones de euros (año 2020), así que habría de sobra para financiar los 1.400 millones de euros que requiere el correcto mantenimiento de las carreteras. De esa cantidad, apenas se dedica la tercera parte en términos reales, un 10% de lo recaudado.
Por lo tanto, si argumenta que quien usa paga, vemos que se cumple; y también, claro, a la inversa: quien no tiene coche no contribuiría con sus impuestos al mantenimiento de las carreteras. Y aquí viene la segunda mentira.

2.- Los impuestos NO SON FINALISTAS, porque su filosofía es el de la asignación económica a lo necesario por la vía de la solidaridad del contribuyente. Y como los impuestos no son finalistas, no es posible que un impuesto, o peaje, o tarificación, o como se quiera llamar financie un capítulo concreto del presupuesto. Todo el dinero va a una caja común, que se llama Hacienda, y que luego lo distribuye según lo que determinen los Presupuestos Generales del Estado. Por lo tanto, lo recaudado por el uso de las vías servirá para recaudar y luego ya veremos. La decisión de invertir en mantenimiento de carreteras se dilucida en los PGE, no en un decreto que establezca el pago por uso de las vías.

3.- El problema para el Gobierno no es financiar el mantenimiento de las carreteras, sino recaudar todo lo posible para que el déficit público no se desboque más de lo que ya lo está, como le viene advirtiendo la UE, que condiciona los fondos de recuperación a una senda inequívoca de consolidación fiscal. Apostemos a cuánto se dedica a mantener las carreteras cuando este nuevo sablazo entre en vigor.

4.- España es el cuarto país de Europa que más recauda por impuestos al sector de automoción, más de 30.000 millones de euros, en cifras de 2020, en concepto de IVA de los vehículos, recambios y talleres; impuesto de matriculación; impuesto de circulación e impuestos sobre los carburantes. Este nuevo “sablazo” solo garantiza más recaudación, no carreteras correctamente mantenidas.

Dvuelta ha habilitado una página web para quien quiera oponerse a pagar por el uso de las carreteras:
www.peajesno.com

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