Asociación francesa FO Transports: la instalación de cámaras en la cabina constituye una violación de la privacidad

Las cámaras instaladas en el interior de los camiones para vigilar a los conductores mientras conducen son un tema controvertido. A pesar de esto, cada vez se oye hablar  más de empresas que utilizan esta solución. Por tanto, a continuación veremos dos ejemplos diferentes de Holanda y Francia.

Las estadísticas de Roelofs Transport aparecieron recientemente en los medios holandeses. Este transportista de tamaño medio, con unos 50 camiones y especializado en rutas entre Benelux e Italia, ha elegido cámaras duales de la empresa estadounidense Samsara. Supervisan tanto la situación de la carretera como el comportamiento de los conductores dentro de las cabinas y, si surge una situación peligrosa, las grabaciones se guardan automáticamente en un disco virtual. De este modo, la empresa puede evaluar el comportamiento de sus empleados y la inteligencia artificial también realiza análisis automáticos.

Roelofs Transport cree que el sistema de cámaras ha demostrado su eficacia en la práctica. Desde que se
instalaron las cámaras en las cabinas, el índice de daños en la flota de la empresa se ha reducido al 60 por
ciento. Esto también condujo a una reducción significativa de las tarifas de los seguros, lo que en la práctica generó importantes ahorros.

Sin embargo, todo esto también puede resultar controvertido. Al fin y al cabo, estamos hablando de un sistema cuyo objetivo principal es detectar todos los errores y omisiones por parte del empleado. De ahí los informes de otra empresa, concretamente del gigante francés del combustible Total. Allí, el sindicato FO Transports se prepara ahora para una protesta que tendrá lugar el 15 de diciembre con la participación de camioneros. Esto se debe a que Total comenzó a exigir la instalación de cámaras en los camiones, incluido este requisito en las licitaciones nacionales de transporte.

Según la asociación francesa FO Transports, la instalación de cámaras constituye una violación de la privacidad de los conductores. La organización hace referencia a las disposiciones de los Códigos Civil y Penal, así como a decisiones adoptadas en casos similares por el Tribunal de Casación y Apelación francés. En resumen, los franceses creen que una supervisión tan estrecha de los empleados es simplemente ilegal