Una camionera frigorista emocionada.

Lola Marta Bertazzo es una Mujer conductora de camiones, que cambió un asiento en la aburrida oficina, por el asiento detrás de un camión de 40 toneladas. Cambió el ordenador por un tablero de instrumentos de un Iveco. y actualmente de un Volvo FH. De todo esto, de nada se arrepiente. Pese a no venir de una familia de transportistas y llevar poco tiempo en el sector, Marta siente y vive con pasión el oficio y nos cuenta como cambió drásticamente de vida.
Aquí estoy, yo también desde hace unas semanas en el puesto de conductor de un articulado de 16 metros!
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Mi historia probablemente recorrió una carretera alternativa a la de la mayoría de los conductores: no hay ni hubo abuelo ni papá camionero en la familia. Y no hay carro y remolque disponible bajo la haya de casa.
Yo soy lo que se podría llamar una (ex) chica de la ciudad que después de 15 años delante de la computadora ocupándose de comerciales y sitios web, se decidió a cumplir uno de sus objetivos: tener licencia de conducir un gran camión de transporte.
Cambiando la vida laboral radicalmente.
Podría decir que soñaba con esto desde pequeña pero mentiría.
El único camión que conocía y me hacía soñar era el navideño de Coca-Cola!
Todo pasó porque era el momento de que pasara y porque yo quise que se hiciera realidad.
Siempre he estado predispuesta a las nuevas aventuras, me encanta ser independiente, me gusta conducir (incluso en todo terreno) y estoy cómoda en contacto con la gente, desde el almacén hasta el personal de oficina.
Tener la responsabilidad de un medio pesado me emocionaba y maniobrarlo me apasionó desde que mi compañero me hizo usarlo cuando viajábamos juntos.
Sin embargo, lo que me hizo la profesión de conductora de carga que tanto tira, fue saber que realmente no estaba sola en la carretera.
Fue descubrir que podía acompañarme humildemente a los veteranos y a los colegas deseosos de contribuir a enriquecer mi equipaje experiencial.
Ya no existen muchas profesiones donde ser compañero es como ser un hermano!
Por lo tanto, esto significa para mí ser camionera: significa ser una fuente de experiencia a disposición de quien lo necesite.
Es vuestra experiencia de diez años en el asfalto la que se convierte en la experiencia de quien, cargado de fresca pasión y determinación. En ese mismo asfalto viajamos todos.
Igual que yo.
Lola Marta Bertazzo
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