La situación de la foto de arriba no es una puesta en escena, un anuncio de cinturones de carga, y menos una broma. Este es el resultado del control de rutina más ordinario realizado por la policía alemana, con resultado de una multa de 1.800 euros.
El conjunto camión y semirremolque perteneciente a una gran empresa polaca llevaba piezas fundidas de aleación de aluminio. Se trata de una carga pesada, con un peso aproximado de 24,5 toneladas, transportada regularmente por esta empresa y que requiere el uso tanto de correas como de tapetes antideslizantes. Se utilizaron ambos tipos de protección, pero durante el proceso de carga, las alfombrillas antideslizantes se desplazaron ligeramente, por lo que quedaron mal colocadas. Cuando el camión fue detenido para una inspección de rutina en el distrito de Peine, entre Hannover y Braunschweig, los oficiales abordaron el tema con un celo increíble.
Para que la mercancía no tenga que ser recargada y al mismo tiempo el camión pueda continuar su ruta, se solicitaron más de 70 correas de amarre. Había incluso 20 de ellas en un espacio entre puntales, y los puntos de sujeción del cinturón se usaban uno al lado del otro. Por cierto, se inició un proceso administrativo acusando a la empresa de intentar viajar con una carga mal asegurada. Poco después, la empresa recibió una notificación para imponer una sanción económica de 1.800 EUR como resultado.
Vista de ambos lados del remolque, de adelante hacia atrás:
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