Un pueblo entero se vuelca con un camionero averiado: comida caliente, ducha y hasta le lavaron la ropa.
“Hola, mi camión está averiado, ¿alguien puede ofrecerme un plato de comida?”, y en El Cairo Montenotte, tras el puesto del camionero rumano, arranca el concurso solidario
Un camionero rumano atrapado por una avería lanza un llamamiento para pedir una comida caliente
Renzo Briano, un colega italiano jubilado, dice: “Lo contacté y lo conocí, no quería dinero, sólo algo de comer y unas señoras le ofrecieron comida. Otros, lamentablemente, escribieron comentarios con insultos".
“Hola, estoy en el pueblo con el camión averiado. Tengo que esperar hasta el lunes para arreglarlo. ¿Alguien puede ayudarme con un plato de comida? “.
La historia de solidaridad que involucró a un grupo de habitantes de El Cairo Montenotte, en la zona de Savona, comenzó con una publicación en Facebook.
El pasado sábado el llamamiento Las redes sociales de un joven camionero rumano detenido debido a una falla en el embrague se volvieron virales inmediatamente en la página "sei di Cairo Montenotte se", incluso con comentarios muy poco solidarios que luego fueron eliminados de la página.
Entre los primeros, Renzo Briano, un ex camionero de 63 años, acudió en ayuda del joven. “Inmediatamente me puse en contacto con el joven tratando de comprender la situación - dice - Cuando lo encontré, en una zona cercana a un lavadero de autos, sólo le pedí algo de comer, no quería dinero. Ni siquiera pude llevarlo al bar para ofrecerle un café."
El camionero sólo llevaba consigo una tarjeta de combustible, no tenía efectivo porque planeaba regresar inmediatamente después de entregar la mercancía cerca de la población italiana de El Cairo. Un viaje rápido, salida el jueves y regreso a Rumanía el viernes, pero la avería trastocó los planes. “Cuando me vio llegar se quedó incrédulo - recuerda Renzo - No creía que su mensaje en las redes sociales pudiera tener un impacto concreto. Nunca dejó de agradecerme."
Y en los últimos días, además de Renzo, se han presentado otras dos señoras que han proporcionado los almuerzos y cenas del joven. “Me esperaba una mayor solidaridad de mis conciudadanos - relanza Renzo - muchos, en lugar de ayudarlo, prefirieron insultos fáciles en el teclado. Una oportunidad perdida". La avería es más compleja de lo esperado, pasarán un par de días más hasta que el camionero pueda volver a salir. Renzo viene a visitarlo todos los días y las otras señoras le lavaron la ropa y lo recibieron en casa para que se duchara. “Sólo un pequeño gesto para aquellos que están en dificultades. No hace falta mucho para ser útil", concluye Renzo.
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