Simona: voy a celebrar 18 años en el camión, el trabajo que me apasiona y me hace despertar feliz cada mañana
«Me gustaría seguir creciendo, seguir conduciendo el camión y hacer el trabajo que me apasiona y que me hace despertar feliz cada mañana. Todo lo que pido".
Simona 39 años
La voz es alegre, el entusiasmo es el mismo que cuando comenzó, la pasión, por supuesto, nunca se ha ido. Simona Piersanti , de 39 años, originaria de Serra de Conti -un pueblito muy pequeño de la provincia de Ancora, en la región de Marche- lleva en el camión desde que tenía apenas veinte años y este año celebra un cumpleaños muy especial: 18 años como conductora.
Hija de camionero
Hija de un camionero, comenzó a viajar desde muy pequeña, cuando su padre la acompañaba en sus largos viajes. Con él devoraba kilómetros sobre kilómetros y cuanto más tiempo pasa más comprendía que ese también sería su camino. Su padre, ahora también compañero, es su primer apoyo, pero le advierte sobre las dificultades del trabajo. Entonces, Simona inicialmente dudó: «Inmediatamente después de graduarme, dice, traté de darme una oportunidad en otro campo. Empecé a trabajar como empleado en una empresa de importación y exportación, pero la vida sedentaria de la oficina no era para mí, ya que siempre he sido un espíritu libre. Duré un año, luego me di cuenta de que tenía que dedicarme a mi mayor pasión: conducir».
La oportunidad
Así que encuentra trabajo en una bodega donde le confían la furgoneta de reparto, pero está acostumbrada a vehículos mucho más grandes. La oportunidad llega gracias a otro gran amor, el del hombre que ahora es su esposo. «Él tenía una empresa de transporte –Autotrasporti Simonetti Antonio de Serra de Conti– y entonces, cuando cumplí 20 años, decidí ponerme seria. Saqué mi permiso de conducir y pedí trabajar para su empresa, de la que sigo siendo empleada hoy». Simona vuelve a viajar, esta vez a bordo de un camión con el que transporta "un poco de todo", como ella dice, recorriendo a lo largo y ancho de las Marcas, Toscana, Umbria y Emilia-Romaña, y redescubriendo la libertad que da estar en el el asiento del conductor te da.
Ser madre
Solo se detiene en 2008 cuando nace su primer hijo y es en esa ocasión cuando Simona tiene que enfrentarse a la realidad: «Ser madre, si haces este trabajo, inevitablemente plantea problemas. Tuve que quedarme quieta un total de un año y medio, volviendo a conducir solo siete meses después de dar a luz. Quería hacerlo antes porque estaba bien y por suerte mi mamá me pudo ayudar con el bebé, pero yo no pude».
Buscar soluciones
Simona trabaja en la empresa familiar, el problema es relativo, admite, "todavía trabajaba en el almacén y en la oficina", pero su pensamiento está con sus compañeras, mujeres que, como ella, quisieran poder trabajar y tener una familia al mismo tiempo.
«Creo que este sistema genera discriminación, porque para una empresa tener que dar de baja a un conductor durante más de un año, sobre todo en este periodo en el que hay escasez de estas figuras profesionales, se convierte en un problema. Habría que buscar una solución que no cree una desventaja para la mujer desde el punto de vista laboral».
Los jóvenes en la profesión
Como madre de un hijo adolescente, entonces, tiene una idea muy concreta de lo que se debe hacer para acercar a los jóvenes a la profesión: «Se necesitan prácticas formativas, como ya se hace para otros trabajos, para mostrarles cómo el oficio funciona, hacerles entender el mundo del transporte por carretera. Soy hija del oficio, crecí viendo a mi padre hacer este trabajo y me enamoré. Hoy mi hijo dice que quiere seguir nuestros pasos, pero la verdad no lo veo muy convencido. Si decide tomar otro camino, también está bien, pero lo hará consciente de cómo funciona este trabajo. Si no damos a los jóvenes la oportunidad de probarse a sí mismos, ¿cómo saben si ese puede ser el camino correcto para ellos?».
Lo volvería a elegir 100 veces
Un camino que Simona ha elegido y volvería a elegir cien veces, a pesar de las largas y exigentes jornadas. La salida, la que te permite relajarte al final del día, es el deporte: «Siempre he sido deportista, tanto que durante nueve años practiqué kickboxing a nivel competitivo». Y aunque hoy ha colgado los guantes de boxeo, los retos para ella no han terminado: «Me gustaría seguir creciendo, seguir conduciendo y hacer el trabajo que me apasiona y que me hace despertar feliz en el mañana. Todo lo que pido".
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