Sentencia: 240.000 € a la familia de un camionero que murió por exposición al amianto de la cabina

Los conductores de transporte por carretera que trabajaron en estrecha colaboración con el amianto , desarrollando tumores que provocan la muerte por este motivo , entran en la categoría de víctimas que tienen derecho a ser indemnizadas sus familiares más allegados , una vez establecido el vínculo entre el trabajo y la enfermedad. Este es el principio fundamental reafirmado por una sentencia del Tribunal de Apelación de Florencia que falló a favor de la indemnización por parte de la Inail de Susanna Vannucci , esposa del transportista Emilio Corbo , murió con 62 años tras una larga exposición al asbesto mesotelioma. El mesotelioma maligno es una neoplasia pleural relacionada con la exposición laboral a amianto.
El veredicto, que acepta el recurso presentado por el abogado Ezio Bonanni , presidente del Observatorio Nacional del Amianto (ONA) , anula la sentencia de 2013 del tribunal de Pistoia que, en cambio, denegó toda indemnización a la mujer, que enviudó en 2012, y a su hija en ese momento de 28 años de edad.
Los jueces encontraron que el raro cáncer de Corbo fue causado por la exposición continua y repetida al asbesto, desde 1979 hasta 2009 . El transportista durante treinta años habría respirado fibras cancerígenas producto de su trabajo, con amianto presente tanto en los componentes de los vehículos que conducía como en los guantes que usaba para protegerse del calor al inspeccionar los frenos y motores de los camiones Así cae la hipótesis de Inail -aceptada por el tribunal de Pistoia, pero juzgada "inverosímil" en apelación- de que el tumor fue causado por los conductos de amianto de la estufa de su casa
«El mesotelioma - dice la decisión - es una enfermedad catalogada en el sector industrial, como una neoplasia provocada por el amianto. Basta que el trabajador acredite la enfermedad y haber intervenido en el tratamiento nocivo, quedando la posibilidad del Inail de acreditar un diagnóstico diferencial”, que sin embargo faltaba en este caso.
La indemnización , según la ONA, ascenderá a unos 240.000 euros del fondo de víctimas del amianto, además de una paga mensual de supervivencia de unos 1.800 euros , más los intereses legales y la denominada "subsidio de decesos" (a la que se suman los supervivientes del trabajadores fallecidos por enfermedad profesional).
“Con esta sentencia”, en palabras de Bonanni, “se reafirma un principio fundamental para la protección de las víctimas del amianto: incluso los transportistas por carretera deben ser indemnizados, ya que demasiado a menudo están en contacto con el amianto”.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.