¿Qué significa "camión perfecto"? ¿Cómo se traduce en la práctica la imagen del vehículo ideal?

La empresa lo utiliza para generar ingresos, el fabricante-cliente lo ve como un medio para trasladar su mercancía, el conductor lo considera un compañero con el que compartir tramos de carretera. Todos, por lo tanto, buscan algo diferente en el camión. Y muchas diversidades no se llevan bien con la universalidad

 

Comencé a ser conductora, la perspectiva que imaginaba era la un tanto mainstream común a muchos: conducir muchos kilómetros en una camioneta muy cómoda, enorme y recién pulida, acariciar pensamientos, disfrutar de mi música favorita, cazar quién sabe qué aventuras. entre paisajes impresionantes.
Una visión que no solo es lejana de la realidad, sino también un poco distorsionada, porque no todo el transporte se basa en largas distancias, sino que, por el contrario, la gran mayoría de las mercancías recorren menos de 300 kilómetros, lo que equivale, en un día medio. para un conductor, en la primera parte de la jornada, que también se puede dividir en cinco o seis entregas.

Cuando me di cuenta de que esos 300 kilómetros en realidad representaban mi día completo, cadenciado por diez o quince clientes, también comprendí la urgencia de adoptar un cambio de perspectiva.

La misma perspectiva que necesitaba cuando comencé a colaborar como probador de la revista que estás leyendo ahora mismo .

 

¿Qué significa "camión perfecto"?

En este sector –desafortunadamente hay que admitirlo– lo que falta es exactamente eso: la “visión”. Con demasiada frecuencia los conductores estamos anclados ardientemente a ideas de mármol que, si bien en algunos casos pueden dar belleza y mito a los relatos de la historia, en otros se corroen bajo la presión lenta e inexorable de la realidad.
Entre las muchas convicciones que no solo he arañado, sino demolido, está la del camión perfecto. Allí, entre los sueños del camionero, existe la imagen del camión perfecto.
¿Qué significa "camión perfecto"? ¿Cómo se traduce en la práctica la imagen del vehículo ideal?

El camión perfecto es cómodo, estéticamente hermoso, de alto rendimiento, potente y versátil, y debe reflejar naturalmente a su conductor. Todavía no he averiguado si el espejo funciona más como las afinidades que buscamos en una pareja, o como la fidelidad que encontramos en un perro. Frontera difícil.

Inquieto con el taller

Sin embargo, si realmente fuera solo una cuestión de fidelización, se resolvería en muy pocos factores: el camión perfecto se traduciría por tanto en uno que nunca va al taller y, en ese momento, los fabricantes invertirían todo en este aspecto. obteniendo -estoy seguro- grandes resultados.

Si ese fuera el único requisito, probablemente habría un solo fabricante y los vehículos serían eléctricos desde la génesis del transporte, dado que está estadísticamente comprobado que un vehículo eléctrico requiere menos mantenimiento que uno de combustión interna.

 

Apropiado para la misión.

No, tal vez la fidelidad no sea el requisito clave.
Un camión se vuelve perfecto de acuerdo al trabajo que va a realizar, cantera y obra en lugar de distribución o quizás de mediano o largo alcance y el presupuesto que la empresa decida invertir.

En los últimos tiempos, pues, no se pueden pasar por alto los plazos de entrega que un fabricante es capaz de garantizar.
Y en cualquier caso, aunque nos detengamos en esta primera etapa del viaje en busca del camión perfecto, aparecen los primeros obstáculos que se vuelven más insidiosos si consideramos el recorrido recorrido, no tanto por el kilometraje, sino por comprender. qué marca es capaz de garantizar una asistencia adecuada en esa área.
En resumen, el camión perfecto para quienes van a Medio Oriente no será el mismo para quienes entregan paletas de pasta al supermercado del pueblo en el campo.

 

es hermoso lo que te gusta

Por lo tanto, incluso jugando solo en los aspectos técnicos y racionales, la elección se vuelve múltiple. Pero, ¿y si a estos también les añadimos los elementos emocionales?
Sabemos que "no es bello lo que es bello, sino lo que gusta". Inevitablemente, por tanto, el factor estético no será un requisito de elección inequívoca, sino la comodidad, el espacio en la cabina y el puesto de conducción.
Cada conductor tiene sus propias preferencias, disgustos y simpatías de "piel" hacia tal o cual marca, así como los compradores pueden percibir afinidad (y no) hacia un vendedor.

 

Humano, no universal

Por lo tanto, si hay algo que he entendido como conductor y probador es que el camión perfecto no existe porque depende completamente del componente humano del transporte, de elecciones variables que luego constituyen la identidad del comprador.
El camión no es más que una herramienta de trabajo para la empresa, un medio de transporte para los clientes y un socio para el conductor y siendo tantas cosas en una, nunca podrá ser universal.

De Laura Broglio