Un tercio de las gasolineras francesas ya están luchando con los tanques vacíos. Este es el resultado de la acción industrial llevada a cabo por el sindicato CGT. Esta vez el sindicato francés representa a los trabajadores de la industria de los combustibles que exigen aumentos al menos a niveles inflacionarios. La acción comenzó hace dos semanas y tomó la forma de un paro en las refinerías, limitando su trabajo y por ende el abastecimiento de las estaciones.
Como informa Reuters, la protesta ya ha reducido la producción de combustible en Francia en más del 60 por ciento, y las existencias en almacenes y estaciones están disminuyendo. Cada vez más estaciones están completamente agotadas y se forman colas en las que reciben entregas. Incluso paralizó el tráfico turístico que tradicionalmente regresa de España a los países del Benelux en esta época del año.
Por supuesto, este tipo de problema también amenaza a los transportistas, principalmente a aquellas empresas que operan vehículos con tanques pequeños. Por otro lado, una salvación temporal se puede ver precisamente en el transporte. El gobierno ya emitió un permiso que permite que los suministros de combustible viajen a Francia durante las prohibiciones del domingo, compensando con urgencia la escasez.
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