Homenaje a Francis Lorca, un camionero que tenía un corazón tan grande como su pecho.

Dicen que el roce, la compañía y la persistencia  hace el cariño y la amistad, pero con el paso de los años y la distancia todo se apaga y se enfría, menos con las personas de buen corazón. Y esto fue lo que ocurrió a un grupo de transportistas con Francis Lorca, un  camionero  con un corazón tan grande como su pecho. El hombre lamentablemente nos dejó. Compañeros y amigos quieren rendirle un sincero y emotivo homenaje para recordarle allá donde se encuentre en las estrellas: 

 

El velo de una triste noticia e impactante nos dejó sin aliento, un buen compañero, una gran persona se ha convertido en una estrella desde ayer, pasan los años, vas conociendo personas pero pocas tapan la cruenta vida, personas que de cualquier mal momento lo soluciona con una sonrisa, un chiste. Tu humor y ganas de vivir se concentraron en tu corazón, profesional, cauteloso, prudente; no hacía falta llamarte, no hacía falta nada para que acudieras o te ofrecieras. Somos un suspiro en la vida, Francis Lorca. Nadie puede olvidar quien eres en vida y menos aún lo será en la muerte, nos has dejado con un gran vacío para aquellos que te conocemos, un gran compañero, mejor amigo y grandiosa persona. Ráfagas al cielo, se que siempre estarás con nosotros y con tu familia, un fuerte abrazo, buena travesía amigo mío. D.E.P.

 

Dedicatoria:

Francis Lorca. Tuve la suerte de conocerte, años atrás gracias a tu cuñado. El quería que hablase con mi jefe, así que eso hice, la gracia fue que empezamos con una broma, querías acercarte a saludarme pero no sabias cómo hacerlo y yo le dije a uno de los encargados que si te habías enamorado por tanto mirarme "jaja" la jarta de reír que nos dimos después..  Eras bueno para aceptar las bromas.

 

Meses después entré en vuestro equipo de trabajo, El Equipo de los Granainos; más que un equipo éramos como una familia. Había una avería y siempre nos ayudábamos unos a los otros, pero como tú ninguno y que me perdonen los demás; tenías esa chispa bromista que en un mal día hacías que nos viéramos de todo. ¡Me veías apurado! No hacía falta decir nada, Francis Lorca estaba allí diciéndome: Venga Juan Fran que esto lo solucionamos a la voz de ¡Ya!. Frases como "Ya me dirás" o "Por detrás ni el bigote de una gamba a martillazos".

 

Tu prudencia, preocupación, tu profesionalidad eran incomparables, guiando al que se perdía o acompañando al que no sabía el camino, gran compañerismo. Pero las personas como tú parece que Dios los quiere bien cerca.

 

Frío, mudo me dejó la noticia compañero, tu lucha constante se dejó notar entre nosotros al igual que tú optimismo, el alma se me ha roto al conocer la noticia.  Es una dura noticia el saber que no nos veremos más. Doy por seguro que tu espíritu nos dio una vuelta antes de marchar, como todo buen camionero, abrazaste a tu señora, a toda la familia, no en cuerpo pero si en alma.

 

Tu eres así y como tal te imagino amigo mío, espero que allá arriba estés orgulloso de estas palabras al igual que yo estaré siempre orgulloso y agradecido por haber compartido y conocido esos ratos en los que me escuchaba cuando más lo necesité.

 

Gracias Francis Lorca, siempre te llevaremos en la mente y el corazón. pues es lo que mereces amigo mío.

Un fuerte abrazo a esa estrella que hoy alumbra el cielo.

 

Juan Francisco Almiron

 

 

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