La medida pretende reducir el número de camiones, costes, emisiones contaminantes y la escasez de camioneros.

Un grupo de campaña advirtió que el giro de la cola es más grande, lo que significa que su parte trasera cubre un área más grande cuando girar podría poner en riesgo a los peatones y ciclistas.

El Gobierno de Gran Bretaña ha aprobado las nuevas dimensiones de 2,05 metros de los camiones articulados , manteniendo la masa total de 44 toneladas, 18,55 metros en total. En términos concretos, esto favorecerá el transporte por carretera de productos relativamente ligeros, como alimentos, envases y paquetería. El objetivo es reducir el número de vehículos industriales en circulación, con los mismos volúmenes de transporte. En la práctica, viajará un camión articulado menos por cada doce, con una reducción de costes estimada en 1.400 millones de libras. Otras ventajas, según el Gobierno, son la reducción de emisiones contaminantes y de atascos, pero también de conductores, en un país que todavía sufre escasez de los mismos.

Esta decisión llega tras una larga fase, de once años, de experimentación, para comprobar que las nuevas dimensiones no provoca una merma en la seguridad vial. Los datos del gobierno muestran que los camiones articulados más largos se han visto involucrados en menos accidentes que resultaron en lesiones personales que los camiones convencionales.

La portavoz Philippa Edmunds dijo en su momento: "Las comunidades locales podrían verse invadidas por estos camiones más grandes en carreteras que no están diseñadas para manejar vehículos de 60 pies, lo que hará que girar sea muy peligroso, un punto que ni siquiera se ha investigado en la investigación del Gobierno".

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