El abandono de la A-66 y las quejas de los camioneros

El malestar es por los baches y la grava suelta, que provoca roturas en lunas y faros
El mal estado del tramo de Sorihuela a Guijuelo de la Autovía de la Plata (A-66) se ha convertido en un problema que corre el riesgo de perpetuarse en el tiempo si el Gobierno no ataja el retraso que acumula la obra. Una situación que sufren especialmente los camioneros o conductores de autobús a diario.
Ese tramo de 12 kilómetros ha sufrido un deterioro más acusado que otras zonas de la A-66. Sufre baches, hundimiento del firme y desprendimientos de grava, que provoca roturas en las lunas. Así lo explica José María Martín al señalar cómo “tengo uno de mis camiones con un foco roto y un golpe en la luna, y ha sucedido en ese tramo”. Uno de sus conductores corrobora la situación e indica que “los chinarros en la luna están a la orden del día. Algún día, además, nos llevamos por delante a los obreros están echando los remiendos con la pala”.
El de los golpes en la lunes no es el único. Los camioneros se quejan de los baches y de la falta de estabilidad en la cabina que sufren: “El tramo desde El Rubio hasta la salida de Guijuelo está muy fastidiado; además, cuando te incorporas a la autovía desde la salida Ledrada, no se qué pasa con esas líneas blancas discontinuas porque vibra la cabina como si fuesen muchos baches seguidos. Es al incorporarte al carril”, señala un tercer camionero. Esa situación provoca que algunos conductores, tanto de camiones como de turismos metan las ruedas más pegadas a la derecha, sobre el arcén, para no tener que coger esos constantes baches. En la misma línea, Pablo Sánchez, señala que “si en un coche se sufre, en el camión se nota aún más”. Alerta también del riesgo de roturas de lunas y, como otros muchos conductores, señala que “cuando voy en el coche procuro no ir detrás de un camión por el riesgo que tiene”.
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