Condujo el mismo camión de la empresa durante 10 años, luego lo compró y lo adaptó en autocaravana para su jubilación

Esta es una de esas historias curiosas que nos hacen ver cómo la relación de un camionero con su herramienta de trabajo va más allá de conducir día tras día transportando cargas. El camión que abre este artículo es un Volvo FH12 420 Globetrotter del año 2000 que actualmente forma parte de la VVVNN (Asociación de Veteranos de Camiones del Norte de Holanda), sin embargo su historia comienza cuando fue adquirido hace más de 20 años.

En el año 2000, la empresa de transporte de cereales Sprik Granen adquirió el camión para incorporarlo a su flota. Recibió la pintura roja de la empresa y fue acoplado a un semirremolque. El set fue entregado a Harry Kroeze, quien se convirtió en el conductor permanente del FH. En 2005, Sprik quebró, el camión se vendió y Harry se quedó sin trabajo. Poco después, el Volvo fue adquirido por la empresa Bok Transport y Harry, al saberlo, fue tras el nuevo propietario y, por supuesto, el camión en el que trabajaba.

Harry se fue de allí con un nuevo trabajo y el mismo camión, ahora con nuevos colores. Incluso se llevó los accesorios que sacó del camión cuando dejó Sprik. En 2010, cuando el FH alcanzó casi los dos millones de kilómetros, Bok lo puso a la venta. ¿Y sabes quién fue el comprador? Sí, el propio Harry, ahora propietario permanente del camión con el que ha trabajado durante los últimos 10 años. Su intención era transformar a su acompañante en un vehículo de pasajeros.

Y así el Volvo empezó a cobrar una tercera vida en manos de una misma persona, transformándose en un vehículo recreativo. Para ello, Harry acortó el chasis y añadió una cabina adicional, similar a los  americanos. En esta parte se instaló equipo de camping, como paneles solares, sofá, cama, mesa y cocina. La finalización de este proyecto coincidió con la jubilación de Harry, y ahora se dedica a viajar con su esposa en el mismo camión en el que pasó la mayor parte de su vida trabajando.