73 camioneros en huelga dicen que no se moverán hasta que el último reciba su dinero

Más de setenta camioneros en huelga en Alemania reclamando los salarios que le debe la empresa polaca, dicen que no se moverán, hasta que el ultimo reciba su dinero atrasado. 

Cada vez más camioneros se unen a sus compañeros que están en huelga en Gräfenhausen. Debido a que el área de servicio ahora está superpoblada, los conductores ahora también se reúnen en la vecina Pfungstadt. En total, 73 camiones según dice la policía. 

Los camioneros están en huelga nuevamente desde el martes pasado en el área de servicio de Gräfenhausen en la A5 cerca de Weiterstadt (Darmstadt-Dieburg). Desde entonces, más y más colegas se han unido; ahora son tantos que el área de servicio está a punto de reventar. Es por eso que los huelguistas se están reuniendo ahora en el área de descanso de Pfungstadt-West en la A67, a pocos kilómetros de distancia.

Estado de ánimo todavía relajado

Según la policía, el domingo por la tarde había 73 camiones en Gräfenhausen y doce en Pfungstadt. La situación es relajada en ambas paradas de descanso. Los oficiales pasan regularmente con una patrulla.

Los conductores que se han mudado a Pfungstadt también conducen para la misma empresa de transporte polaca que sus colegas en Gräfenhausen. El motivo de la huelga son las reivindicaciones salariales de los conductores, que vienen de Georgia, Uzbekistán y Tayikistán, entre otros lugares.

En Gräfenhausen , alrededor de 60 conductores de la misma empresa se declararon en huelga durante semanas en abril para exigir el pago de salarios. Todavía no está claro cuánto durará la huelga esta vez.

En el área de servicio de la A5 en Gräfenhausen, los camioneros de la misma empresa de camiones polaca están de nuevo en huelga como lo estaban hace unos meses. Muchos todavía están esperando los salarios. Gräfenhausen se ha convertido en un símbolo de su conflicto laboral.

"No va rápido, pero va en una buena dirección", dijo el viernes Edwin Atema, del sindicato europeo de trabajadores del transporte, sobre las conversaciones con la empresa de transporte polaca. De acuerdo con esto, los conductores realizan negociaciones individuales sobre los pagos de salarios pendientes y las deducciones opacas.

En algunos casos, dijo Atema, ya se había llegado a un acuerdo, pero los conductores decidieron quedarse hasta que el último recibiera su dinero. "Gräfenhausen ahora parece una especie de banco para los conductores, donde obtienen su dinero".