En la noche del 19 al 20.8.2020. tuvo lugar un delito particularmente horrible. Dos hombres entraron en las instalaciones de la empresa de transporte y comenzaron a echar gasolina al Mercedes Actros estacionado en la base. Incluso usaron dos botes, caminaron alrededor del camión y se aseguraron de que se quemara por completo. Mientras tanto, en el vehículo, detrás de los cristales con cortinas, el conductor dormía.
Gracias a las imágenes de las cámaras de vigilancia cercanas, fue posible establecer la identidad del perpetrador. Su testimonio llevó a la acusación al autor del crimen. Los motivos del acto también han quedado claros, y es la competencia en el mercado del transporte. El camión fue incendiado por uno de sus competidores directos, que opera exactamente en la misma industria, a saber, el transporte de textiles entre Italia y los Países Bajos y Gran Bretaña. En cuanto al conductor del vehículo quemado, saltó de los restos del vehículo en llamas en el último minuto y sufrió quemaduras graves. Inicialmente, el hombre de 46 años tenía un 10% de posibilidades de sobrevivir, y cuando finalmente fue rescatado, el hombre inició un largo proceso de rehabilitación. Le tomó más de medio año recuperar su primera sensación en sus extremidades.
Ya se han dictado sentencias en este caso. El tribunal de Arnhem estuvo de acuerdo con la acusación de la fiscalía de que el incendio se describió como "intento de asesinato". Es posible que los perpetradores no supieran que había un hombre en la cabina, pero al arrancar el vehículo, debieron haber asumido tal posibilidad. Tanto más cuanto que no tuvieron acceso al interior del vehículo y ni siquiera intentaron comprobar la presencia del conductor. Curiosamente, la responsabilidad principal se asigna a la persona que ordenó el incendio, y no a los propios pirómanos. Por eso, él, un hombre de 53 años que dirige una empresa de transporte competidora, recibió la sentencia más severa de 14 años de prisión. La persona de contacto y el primer pirómano recibieron 12 años de prisión, mientras que la sentencia del segundo pirómano se redujo a 10 años. De esta manera, fue recompensado por cooperar con los investigadores, lo que lleva a la determinación de todas las circunstancias.
El veredicto también habló sobre las consecuencias financieras. Los cuatro condenados deberán pagar 200.000 euros, que irán al conductor como parte de la indemnización por la pérdida de salud. También se pagarán daños menores a los familiares de la víctima, es decir, su padre, pareja, hija y hermana. Estas personas sufrieron económicamente y sufrieron un trauma psicológico. Además, los perpetradores cubrirán las pérdidas de cuatro empresas textiles cuya carga iba en el camión. En este caso, las cantidades oscilaban entre 1.900 y 30.000 euros. El dueño del camión incendiado no recibirá compensación alguna por esto, pues ya recibió un alto pago de la aseguradora que, según el tribunal, cubre todas las pérdidas.
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