Qué tener en cuenta a la hora de comprar un coche de segunda mano

Comprar un vehículo usado es la opción más adecuada si buscas calidad y, al mismo tiempo, deseas ahorrar una buena cantidad de dinero. Además, esto te permite disponer del coche de forma inmediata y puedes tener acceso a modelos clásicos.

Por supuesto, debes tener cuidado y cerciorarte de que realizas la compra correcta. ¿Cómo? Primero, es conveniente visitar un concesionario de segunda mano que te brinde una guía confiable y profesional. Segundo, debes comprar con la cabeza. Solo tomando decisiones de forma inteligente podrás obtener el automóvil más adecuado para ti.

Además, a la hora de adquirir un coche de segunda mano, debes tener en cuenta los siguientes aspectos.

1 Historial del vehículo

Es importante revisar toda la documentación del vehículo para conocer sus incidencias, reparaciones, mantenimientos o accidentes. ¿Qué debes verificar? Principalmente, lo siguiente:

• El permiso de circulación y la tarjeta de ITV. De esta forma, compruebas que ha superado una serie de inspecciones y que está homologado para circular.
• El informe reducido del estado del vehículo. Este es un informe gratuito en el que puedes comprobar la identificación del vehículo y cerciorarte de que no existe algún impedimento (sanciones, embargo, reserva de dominio, etc.) que pueda afectar la circulación del mismo.
  • Puedes solicitar este informe reducido en la página web de la DGT o a través de la aplicación móvil App miDGT. Si muestra alguna incidencia, es recomendable que solicites el informe detallado (costo 8,67€).

2 Inspección interior y exterior

Sin importar si el coche de segunda mano acaba de pasar la ITV, realiza una inspección. A continuación, te mostramos una lista de verificación con las áreas claves que debes revisar en un auto usado:

• Motor. Cerciórate de que no tenga fugas de aceite o de líquido refrigerante.
• Carrocería. Inspecciona todo el exterior del coche en busca de signos de daños, golpes, corrosión o desgastes.
  • Defectos no visibles de la carrocería, como burbujas o imperfecciones en la pintura, esto te indica que posiblemente el coche ha sido reparado.
• Neumáticos. La profundidad de la banda de rodadura debe tener un mínimo de 1,6 mm.  Si notas que el interior de los neumáticos está desgastado, entonces lo más probable es que exista un problema en el chasis.
• Interior. Revisa detenidamente las luces del salpicadero. Además de conocer el kilometraje, podrás detectar cualquier luz de advertencia.
  • Verifica el funcionamiento de los cinturones de seguridad, de las puertas, las cerraduras  y de la regulación de los asientos.

3 Prueba de conducción

Realiza un pequeño paseo con el coche en la carretera. Esto te ayuda a comprobar, principalmente, el comportamiento de la dirección, el embrague, la suspensión y el sistema de frenos. Estate atento a cualquier sonido que pueda indicar averías. Por ejemplo:

• Si notas vibraciones al frenar, posiblemente los discos estén doblados. 
• Si sientes ruido durante el frenado, es hora de cambiar las pastillas.

Después de la prueba de conducción inspecciona nuevamente el motor y comprueba si existe alguna fuga.

4 Inspección profesional

Ante cualquier duda, solicita al vendedor su permiso para que un taller verifique el estado del coche. Los talleres, además de contar con profesionales expertos, tienen la tecnología más adecuada para detectar fallos y averías con exactitud.

• Por ejemplo, en un taller pueden emplear equipos de diagnóstico para detectar averías eléctricas o electrónicas. Pueden, incluso, indicar la fecha y el kilometraje exacto en el que ha surgido determinada falla.

Para evitar dolores de cabeza, siempre es una excelente opción comprar el coche de ocasión en un concesionario de segunda mano. Normalmente, allí los vehículos son sometidos a estrictas revisiones técnicas antes de ponerlos en venta. 

Finalmente, te sugerimos tomar el tiempo necesario tanto para inspeccionar el coche de segunda mano como para realizar la negociación. Nunca hagas una compra apresurada.