¿Qué es ser esposa de camionero? Nos lo cuenta una esposa de "camionero".

 

Es dejarlo ir el lunes por la mañana, darle un último beso y decir viernes o sábado, sonriendo cuando lo ve subir a su camión, pero en el fondo tienes miedo de no verlo regresar.

"Buen viaje, ten cuidado, nos vemos luego por teléfono, te quiero... ten cuidado"
La puerta del camión se cierra, el motor duda y luego arranca, primera, segunda, en tercera hará eco desde otra acera, se ha ido...

Solo quedan 5 o 6 días para experimentar de pasada: habrás entendido que es conductor, y orgulloso de serlo...
Para mí empieza otra semana… obligaciones como limpiar, planchar, cocinar, ir de compras, gestionar el día a día, los niños, en fin todas esas cosas.

 

Para él comienza el viaje del trabajo y la carretera, idiotas que no saben conducir, en definitiva la vida de un conductor orgulloso de ser camionero.

 

Hay que querer a este chico para aceptar todas estas ausencias, estas elecciones que tenemos que hacer de una cita "este viernes o el siguiente, depende si viene a casa o no", porque de las 2 habrá bien uno o estará allí, todos estos domingos por la tarde sacrificados en el altar del descanso para que pueda rodar por la noche.

 

Se necesita valor para que sus compañeros acepten saber enfrentarse a todos estos locos en la carretera que son mucho más peligrosos que él pero de los que nunca hablaremos cuando se produzca un accidente con un vehículo pesado.

 

Pero también es cierto que organizamos nuestra vida tanto en función de su ausencia que solo nos gustaría que fuera los fines de semana o los días libres, porque, nos guste o no, tenemos que prescindir de él y los hábitos tardan en morir !!!

 

Cuántas veces he esperado el momento de su regreso, idealizando ese momento en el que nos encontramos, una vez que se abre la puerta y se tira la bolsa para besarme...

 

Y sin embargo, cuantas veces ha terminado casi en una discusión porque él está cansado de su semana y yo estoy cansada de vivir sin él... nos gustaría decirnos todo y las palabras se confunden, los sentimientos de alegría, de alivio por volver a verlo, de celos por no haber compartido su vida, de resentimiento por haber tenido que manejarlo todo yo sola ...

Y sin embargo, si no fuera por todo esto, no estaríamos nosotros juntos.
Nada me destinó, cuando era niña, a amar la clase de hombres que son ustedes, camioneros.
Y ahora, cuando estoy contigo, nos divertimos. ¿Cuál es la marca de este camión? ¿O qué es ese botón?
Pero a pesar de esto, nos duele el culo decir que estás más en tus camiones que en tu propia casa y en nuestra empresa.
Pero te elegimos como nuestro y no de otra manera.