Ciertamente no es una idea brillante, pero habrá valido la pena animar el lunes por la mañana la tranquila ciudad de Plounéventer, entre Landerneau y Landivisiau. Como un faro en la noche, un Kangoo apareció a primera hora de la mañana, este lunes, en la Place de l'Eglise, en la espesa niebla que cubría la ciudad en esta mañana de principios de otoño. Incongruentemente la situación, el vehículo había sido colocado delicadamente, de noche, en el techo de la marquesina para permitir que los escolares esperaran el autobús.
Alertado por la gendarmería de Landivisiau a las 7.15 a.m., el alcalde, Philippe Héraud, se apresuró a llamar a los empleados municipales para que procedieran, con la ayuda de una empresa de Landivisiau equipada con equipos de elevación, al retiro de la furgoneta y aseguramiento del local.
"Los vecinos no escucharon ningún ruido"
“Debió hacerse de noche, y con discreción ya que los vecinos no escucharon ningún ruido”, explicó el funcionario electo. Este último, este lunes por la mañana, "no había oído hablar de nada" sobre los motivos de esta extraña puesta en escena.
Sabiendo que el vehículo no llegó por casualidad al techo de la marquesina, se puede sospechar la existencia de un acto doloso sin mayores consecuencias, si no que posiblemente ponga en peligro a los usuarios de la marquesina. Después de la verificación, parecería que esta extraña aparición matutina es la consecuencia original de una simple disputa local.

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