Las ordenanzas municipales parece que persiguen un único fin, acabar con los coches y cada ayuntamiento lo hace de una manera distinta.
Así por ejemplo, estar con el coche parado pero con el motor arrancado conlleva sanción en muchas ciudades, en Madrid de 100€ y en Gijón (tal y como adelanta La Nueva España) te podrían poner una multa de hasta 3.000€ amparándose en la protección contra la contaminación acústica. Este caso se daría en aquellos que estén parados con el motor en marcha durante más de 2 minutos.
Algunos dicen que es por el medioambiente y otros que es por la contaminación acústica pero todos sabemos que al final es por su afán recaudatorio.
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