¿Querías Brexit? "El drama de la escasez de camioneros y combustible"

Muchos lo habían predicho y, al final, realmente sucedió: el Reino Unido no estaba preparado para las consecuencias naturales que desencadenaría el Brexit en el país. Entre las mayores repercusiones se encuentran precisamente las que llevan unas semanas dominando las carreteras españolas y que en los últimos días han tenido las peores novedades.
El primer problema concierne a los camioneros: entre los muchos trabajadores que tuvieron que marcharse tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, se estima que unos 14.000 conductores han regresado a sus países de origen , dejando así al descubierto un sector en dificultad.
Debido a este problema, el Reino Unido ha estado experimentando ralentizaciones en los tiempos de entrega de los productos pedidos en línea durante meses , entregas de alimentos interrumpidas en muchos supermercados y cadenas (como McDonalds) y otras interrupciones a las que el país no estaba acostumbrado.
La crisis del transporte se vio acentuada por la crisis energética , con miles de automovilistas haciendo cola en las estaciones de servicio de todo el país durante la semana pasada y, en particular, este fin de semana negro de caos e incertidumbre.

Un drama, el de la escasez de combustible, nacido precisamente de la escasez de camioneros: cuando el combustible empezó a caer en el país, el gigante BP se vio obligado a cerrar temporalmente más de 100 estaciones de servicio, porque no había transportistas capaces de entregar. suficiente combustible en los surtidores, seguidos de cerca por los estadounidenses ExxonMobil y Shell. Una condición que, también culpable del alarmismo del primer ministro Boris Johnson , llevó a los ciudadanos de Londres y del sur de Inglaterra a hacer cola, incluso durante horas, para intentar repostar y evitar el riesgo de encontrarse sin un seco.
¿La solución? De momento el gobierno ha optado por otorgar alrededor de diez mil visas de trabajo temporal para tapar la escasez de camioneros, un problema que ha llegado a un punto de ruptura en esta caótica semana. Sin embargo, los trabajadores podrían llegar a finales de otoño o principios de invierno, dejando al Reino Unido todavía luchando durante varias semanas.
Y mientras Boris Johnson intenta tranquilizar a los británicos, explicando que no hay escasez de combustible y que las colas en las gasolineras solo aumentan el miedo injustificado, los políticos británicos se contradicen en tiempos y soluciones, dejando al país aún más confundido y presa de la histeria colectiva.




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