Los camioneros ponen fin a la huelga de hambre debiéndoles 500.000 €

Tras la lucha por los salarios pendientes, unos 30 camioneros en huelga pusieron fin a su huelga de hambre en el área de servicio A5 de Gräfenhausen. Todavía están esperando su dinero. Ahora surge una nueva esperanza: ha intervenido una autoridad federal.
El lunes por la mañana el ambiente entre los camioneros que se encontraban en huelga en el área de descanso de Gräfenhausen en Weiterstadt (Darmstadt-Dieburg) no era el mejor. Muchos de ellos parecían agotados; alrededor de 30 de los 80 conductores restantes iniciaron una huelga de hambre el martes pasado para luchar por sus salarios pendientes.
La visita de alto nivel despierta nuevas esperanzas
Ahora los camioneros han cedido y han puesto fin a su huelga de hambre. Por un lado, los médicos de urgencias dieron la alarma el fin de semana y señalaron los riesgos para la salud. Edwin Atema, representante conjunto y portavoz de los 80 camioneros en huelga presentes en el lugar, calificó la situación de "muy grave" para los camioneros, no sólo física sino también psicológicamente.
Por otro lado, los conductores tuvieron visitantes de alto nivel, lo que les levantó notablemente el ánimo. Torsten Safarik, presidente de la Oficina Federal de Asuntos Económicos y Control de Exportaciones (BAFA), llegó por la tarde para hacerse una idea de la situación in situ. En Alemania, la autoridad es responsable, entre otras cosas, del cumplimiento de la llamada Ley de la Cadena de Suministro.
¿Han violado las empresas alemanas la ley de la cadena de suministro?
Safarik afirmó que los conductores fueron víctimas de violaciones de derechos humanos. “Esto fue claramente cometido por el transportista polaco”, subrayó el jefe de la autoridad. En este contexto, el sindicalista Atema mencionó el acceso a condiciones de trabajo transparentes, el derecho de huelga y salarios con los que se pueda vivir.
Sin embargo, Safarik explicó que se está examinando si las empresas alemanas han violado la ley de cadena de suministro. La ley, que está en vigor desde 2023, exige que las empresas cumplan con las normas de derechos humanos en sus cadenas de suministro: para los camioneros, por ejemplo, suficientes descansos y una remuneración suficiente.
"Hemos venido hoy aquí para revisar las cartas de porte, con el consentimiento de los conductores", dijo Safarik. Si en los camiones se encuentran mercancías de empresas alemanas sujetas a la Ley de Cadena de Suministro, primero se contactará con estas empresas y se les pedirá declaraciones.
Un sindicalista ve una señal importante
Atema destacó la importancia que tienen para el sector estas señales para los conductores. "Si supiera que no hay perspectiva, se lo diría a los conductores en un minuto". Pero hay una perspectiva, como también explicó a los conductores en huelga de hambre.
Safarik y Atema anunciaron que las negociaciones continuarían en segundo plano. Se habla de que empresas alemanas podrían hacerse cargo de parte de los créditos.
Además, Bafa quiere invitar a representantes de la industria del transporte y de los sindicatos a una cumbre sobre la crisis el 16 de octubre en Borna (Sajonia) para cambiar la situación a largo plazo. “Una situación como la de Gräfenhausen no debería volver a ocurrir”, afirmó Safarik. Las invitaciones a la reunión se enviarán a finales de esta semana.

Los hombres esperan recibir sus salarios por valor de alrededor de 500.000 euros
Los conductores de Georgia, Uzbekistán, Tayikistán y Ucrania llevan meses esperando recibir sus salarios pendientes. No pueden mantener a sus familias, según explicaron . Se trata de un total de más de 500.000 euros que le debe su empresa de transporte polaca.
En la parada de descanso esperan pacientemente en las condiciones más adversas. Los colchones viejos de las zonas de carga sirven como lugar para dormir. Hacen sus necesidades en los llamados baños Dixi. Ahora se ha instalado una tubería en una boca de riego de la que sale agua dulce.
Ya no hay negociaciones con la naviera: el empresario ya había presentado hace semanas una denuncia ante la fiscalía de Darmstadt por chantaje . A finales de agosto y principios de septiembre, dos empresas que en realidad son clientes de la naviera pagaron ellos mismos a los conductores y se hicieron cargo de la carga.
Alrededor de 60 conductores de la misma compañía naviera se declararon en huelga en marzo en Gräfenhausen y después de seis semanas pudieron hacer valer sus reivindicaciones.
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