Condenado un camionero a pagar 36.000 € por robar 12.300 litros de gasoil con la tarjeta de la empresa

Un juez ordenó a un camionero que conducía para el transportista Bos Logistics con sede en Hoofddorp que pague a su antiguo empleador más de 36.000 euros. Se descubrió que el conductor usó la tarjeta de combustible de la empresa de su empleador para comprar 12,312 litros de combustible para uso privado durante la primavera de 2022.

Cuando el transportista se enteró del robo, como era de esperar, el conductor del camión fue despedido en el acto.

Según el sitio web holandés de transporte por carretera Transport Online , los camiones de Bos están equipados con una tarjeta de combustible única que los conductores utilizan para repostar los vehículos de la empresa.

Los camiones también están equipados con una computadora a bordo que registra continuamente datos como el nivel de combustible y el kilometraje.

A raíz de estos datos, Bos comenzó a sospechar que su ex conductor hacía mal uso de las tarjetas de combustible. Luego, la compañía llamó a un detective privado para confirmar sus sospechas. Más tarde se observó al conductor no solo repostando su camión, sino también otros 3 automóviles de pasajeros.

Tras despedir al camionero, Bos lo llevó a los tribunales para exigir una indemnización.

Durante la audiencia judicial, el conductor negó haber utilizado las tarjetas de combustible de forma ilícita. También afirmó que las tarjetas pueden ser utilizadas por todos los empleados de Bos y, por lo tanto, no está claro quién recargó qué, cuándo y cuánto.

Sin embargo, los datos presentados al tribunal por Bos mostraron que durante los turnos del conductor, hubo varios casos en los que se utilizó la tarjeta de combustible pero el nivel de combustible del camión no aumentó.

En total, se constató que el conductor había utilizado la tarjeta de Bos para adquirir 12.312 litros de combustible para uso particular.

Así, el juzgado condenó al camionero a pagar una indemnización de 31.345€ más intereses y costas judiciales. En total, el conductor debe pagar ahora más de 36.000 € a su antiguo empleador.