Camioneros en huelga. Necesitan apoyo, el mío lo tienen.
CAMIONEROS
Cuando el mundo se paró, ellos continuaron.
Cuando las carreteras estaban desiertas, ellos circularon.
Cuando nosotros estábamos con nuestras familias intentando protegernos del bicho, ellos siguieron al pie del cañón.
Y lo hicieron sin titubear, con miedo pero con valentía.
Se dejaron la piel en la carretera día y noche, sin parar, para que no nos faltara nada.
No hizo falta pedirles ayuda, no lo pensaron, dijeron vamos compañeros todos a una, nos toca estar ahí.
Dejaron a sus familias, a las que exponían cuando llegaban a casa pero no les importó, era lo que tocaba.
No podían parar ni a tomar un simple café o asearse pero no les pesó. Llegaban a casa cansados pero satisfechos de haber aportado un granito de arena junto con todos los que estaban en primera línea.
Fueron días duros pero para mí se convirtieron en héroes sin capas.
Esa unión que tuvieron en esos días, es la unión que normalmente caracteriza a un camionero, porque sí, porque así les nace. Pero se han encargado de romperla, los han dividido, han sido muy listos y lo que se podía haber solucionado en dos días no sé cuando se solucionará pero no me cabe la menor duda que lo van a conseguir.
No pueden más, cuando este paro indefinido del transporte por carretera se ha llevado a cabo, es porque de verdad la situación es insostenible.
Lo están pasando mal por ellos, por sus trabajadores, por el daño que puedan estar causando en otros sectores pero créanme ellos no son los culpables. Simplemente están luchando para que no les roben más, para que no nos roben más a todos, ya está bien.
¿Y se atreven a decir que no era el momento?
¿Entonces de qué es el momento?
¿De seguir robando?
¿O acaso era el momento de subir la luz, el gas, el combustible o los productos de primera necesidad?
Necesitan apoyo, el mío lo tienen.
Autor desconocido
Telegram Conductores Profesionales
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Epica y romanticismo mal entendidos, soy autónomo 40 años hijo de autónomo, hermano de autónomos, y la mayoría somos escoria, aquello de perder un ojo para que el otro se quede ciego, lo que hay que hacer es cobrar lo que vale y si no, no salir, pero claro, las letras corren más que el camión o si yo no lo hago lo hace otro o yo lo hago por 100€ menos, esos son nuestros mantras